ALIMENTACION. Las necesidades calóricas de esta raza son de 1.500/1.600 kcal. diarias. En su dieta debe tenerse en cuenta de que el Dobermann, a causa de su temperamento muy nervioso, tiende a consumir muchas energías. CUIDADOS DIARIOS. La capa de pelo corto del Dobermann requiere pocos cuidados pero de todos modos no debe desatenderse: es aconsejable el empleo de un cepillo blando o mejor aún del guante. CON EL VETERINARIO. Como otras razas de pelo corto, también el Dobermann, por medio de un mecanismo hereditario todavía desconocido, puede ser afectado por un tipo particular de sarna provocada por un parásito, el Demodex Canis, que se instala en los folículos pilíferos y se manifiesta con escamaciones y pústulas que lesionan gravemente la piel del perro. El diagnóstico precoz, es muy importante para esta afección ya que varía según la gravedad, correspondiendo al veterinario establecerlo en cada caso. Durante los primeros meses de vida, el Dobermann puede ser afectado por una deformación vertebral que incapacita parcialmente a las extremidades posteriores impidiéndose realizar sus funciones normales. Esta lesión, localizada por lo general entre la quinta y séptima vértebra cervical, se pone en evidencia a través de la radiografía. La terapia que da mejores resultados es la quirúrgica, precedida de un período durante el cual el perro es mantenido en reposo y sometido a una cura base de cortisona. El corte de las orejas debe realizar preferiblemente entre los 80 y 90 días de vida, edad en la cual ya están bien definidas las características de la cabeza. Esta intervención puede realizarse con diversos instrumentos, no siendo aconsejable el empleo del termocauterizador (aparato que realiza el corte por medio de un filamento metálico incandescente) porque el borde de las orejas, cortadas con este sistema, es irregular y por lo tanto estéticamente muy tosco. Es preferible la utilización del electrobisturí (aparato que efectúa el corte a través del paso de corriente), aunque el mejor sistema sigue siendo el corte con el tradicional bisturí de hoja. Después de la intervención y de la consiguiente cicatrización, resulta con frecuencia necesario ayudar a las orejas a mantenerse erguidas debido a que todavía obedecen a la tendencia natural de plegarse. Es necesario entonces, utilizar esparadrapo y una pequeña tablilla. Deben alternarse períodos de "vendajes" de 7-8 días con períodos de "orejas libres" de 2-3 días hasta que los pabellones permanezcan erguidos por sí solos. Un comportamiento anómalo, exclusivo del Dobermann, consiste en morderse el costado durante largas horas sin provocarse lesiones.